¡HUELGA EN SOLIDARIDAD YA PARA DEFENER AL SME!
¡FUERA EL EJÉRCITO DE LAS INSTALACIONES DE LyFC!
¡SI TOCAN A UNO, NOS TOCAN A TODOS!
Con el golpe del gobierno de Calderón al sindicato electricista al cerrar Luz y Fuerza, se abre una nueva etapa en la ofensiva del panismo contra los trabajadores, que busca así establecer una relación de fuerzas favorable a los patrones y las instituciones del régimen. Es pasar de la injerencia en los sindicatos – como en el caso del gremio minero- a liquidar las organizaciones de trabajadores y sus contratos colectivos.
Esta política obedece a los compromisos de Calderón con el gobierno de los EE.UU., las transnacionales, el FMI y la patronal nacional, para privatizar la industria energética, el petróleo y el gas con el discurso de: “aprovechar su capacidad productiva”. Los medios de comunicación, en manos de nuestros explotadores, dicen que los trabajadores del SME son privilegiados, y se dedicaron en las últimas semanas a exigir al gobierno que terminara con su contrato colectivo. Les llaman privilegiados porque conservaban aún derecho a la seguridad social y prestaciones. Su intención es que los asalariados vivamos todos en peores condiciones para redoblar nuestra explotación, para seguir chantajeándonos con el desempleo. Por eso, el plan de recontratación con nuevas condiciones laborales que anunció Calderón en su mensaje a la nación, sólo tiene el objetivo de volver a los compañeros electricistas trabajadores precarizados, como la mayor parte de los asalariados en México.
Ocultan que, los únicos privilegiados de este país son las trasnacionales y los grandes burgueses nacionales que han expoliado nuestros recursos, y ahora quieren dejar caer el peso de la crisis sobre nuestras espaldas. Pero, privatizar la industria eléctrica, sólo puede lograrse sobre la base de una fuerte derrota del movimiento obrero en su conjunto, por eso los trabajadores debemos responder a la altura de las circunstancias.
Esta ofensiva anti-obrera, se da en el marco de la crisis económica en curso, que ya está siendo descargada por la burguesía sobre la espalada de los trabajadores, como lo demuestran los despidos, cierres técnicos, el impuestazo y las diez reformas hambreadoras propuestas por Calderón. Es momento de que el poderoso músculo de la clase obrera mexicana se deje sentir. Ya desde hace unos años, importantes destacamentos de trabajadores vienen protagonizando importantes luchas contra el gobierno de la “alternancia”: como la rebelión obrera en Sicartsa, las huelgas mineras, la lucha del magisterio contra la ACE, la lucha de los trabajadores democráticos del STUNAM contra la ley del ISSSTE, el movimiento contra el fraude y la importante gesta de la APPO en el estado de Oaxaca.
Los compañeros trabajadores que han protagonizado estas luchas, son clave para confluir con la lucha del SME para echar abajo el decreto presidencial que pretende vender la energía eléctrica a las trasnacionales y la burguesía nacional. La fuerza de la clase obrera puede revertir el golpe del derechista gobierno de Calderón. Pero es fundamental hacerlo desde una perspectiva independiente y con los métodos propio de la clase obrera.. No podemos confiar en que los partidos del Congreso, que una y otra vez han votado en contra de los trabajadores, puedan resolver las demandas de los compañeros electricistas. Menos aún, en la reaccionaria Suprema Corte de Justicia que legitimó la liquidación del régimen de pensiones y jubilaciones del IMSS y la aprobación de la anti-obrera ley del ISSSTE y, que penas hace unos meses dejó en libertad a los autores materiales de la matanza de Acteal. Las instituciones de este régimen ya demostraron que están al servicio de los dueños del capital, que son los primeros interesados en destruir las organizaciones obreras y privatizar los recursos. La importante lucha contra el fraude, demostró por la negativa que no basta con movilizaciones masivas y pronunciamientos. Es crucial comenzar a preparar una lucha más decidida contra la desintegración de Luz y Fuerza y la ocupación militar.
El primer paso es organizarnos en forma democrática. Es urgente llamar a la conformación de Comités en defensa de la industria eléctrica en todos los centros de trabajo, fábricas, escuelas y colonias. Hay que organizar brigadas para ir a las subestaciones y realizar agitación en toda la ciudad, en las fábricas, los mercados, las plazas públicas y las estaciones del transporte público, como el Metro y el Metrobús. Así como impulsar desde los comités de solidaridad, junto con los compañeros electricistas, la realización de bloqueos de calles y otras medidas contundentes de protesta, que expliquen a la población trabajadora la causa del cierre de Luz y Fuerza que, que la campaña mediática de desprestigio oculta. ¡Toda la solidaridad a los trabajadores del SME!
Hoy mas que nunca, es indispensable que las organizaciones de trabajadores se vayan al paro por solidaridad. La asistencia a la marcha del 8 de octubre de destacamentos del STUNAM, de mineros y del sindicato del Metro es un primer paso en la unidad, pero que tiene que tener un correlato en una medida que le tuerza la mano al gobierno y le demuestre que el movimiento obrero es uno sólo. Las organizaciones sindicales son las primeras interesadas en que el golpe al SME no pase, porque si el gobierno triunfa con esta medida, se fortalecerá para seguir golpeando a los sindicatos. ¡Ni una lucha aislada más!
Que la UNT emplace a huelga solidaria con el SME. Que el STUNAM, que se ha pronunciado en apoyo al SME, impulse esta propuesta. Los compañeros de la CNTE deben sumarse a la convocatoria. Para hacer efectivo este llamado y organizar el paro, es imperativo organizar una Asamblea Nacional de las organizaciones obreras y populares, donde discutamos democráticamente un plan de acción unificado. ¡Por un paro nacional en defensa del SME y contra la privatización de la industria eléctrica!
A las organizaciones sociales y sindicales que confían en la dirección de AMLO y que han sido parte del movimiento en defensa del petróleo y de la CND, las conminamos a que le exijan a su dirección que haga ya el llamado a paros y bloqueo de calles y carreteras en todo el país.
¡Abajo el decreto presidencial que liquida la fuente de trabajo de miles de compañeros!
¡Fuera la PFP de las instalaciones de Luz y Fuerza!
¡Por una gran movilización nacional para detener el ataque privatizador de Calderón!
¡Paro en solidaridad ya con el SME! ¡Todos a defender a los compañeros electricistas!
¡FUERA EL EJÉRCITO DE LAS INSTALACIONES DE LyFC!
¡SI TOCAN A UNO, NOS TOCAN A TODOS!
Con el golpe del gobierno de Calderón al sindicato electricista al cerrar Luz y Fuerza, se abre una nueva etapa en la ofensiva del panismo contra los trabajadores, que busca así establecer una relación de fuerzas favorable a los patrones y las instituciones del régimen. Es pasar de la injerencia en los sindicatos – como en el caso del gremio minero- a liquidar las organizaciones de trabajadores y sus contratos colectivos.
Esta política obedece a los compromisos de Calderón con el gobierno de los EE.UU., las transnacionales, el FMI y la patronal nacional, para privatizar la industria energética, el petróleo y el gas con el discurso de: “aprovechar su capacidad productiva”. Los medios de comunicación, en manos de nuestros explotadores, dicen que los trabajadores del SME son privilegiados, y se dedicaron en las últimas semanas a exigir al gobierno que terminara con su contrato colectivo. Les llaman privilegiados porque conservaban aún derecho a la seguridad social y prestaciones. Su intención es que los asalariados vivamos todos en peores condiciones para redoblar nuestra explotación, para seguir chantajeándonos con el desempleo. Por eso, el plan de recontratación con nuevas condiciones laborales que anunció Calderón en su mensaje a la nación, sólo tiene el objetivo de volver a los compañeros electricistas trabajadores precarizados, como la mayor parte de los asalariados en México.
Ocultan que, los únicos privilegiados de este país son las trasnacionales y los grandes burgueses nacionales que han expoliado nuestros recursos, y ahora quieren dejar caer el peso de la crisis sobre nuestras espaldas. Pero, privatizar la industria eléctrica, sólo puede lograrse sobre la base de una fuerte derrota del movimiento obrero en su conjunto, por eso los trabajadores debemos responder a la altura de las circunstancias.
Esta ofensiva anti-obrera, se da en el marco de la crisis económica en curso, que ya está siendo descargada por la burguesía sobre la espalada de los trabajadores, como lo demuestran los despidos, cierres técnicos, el impuestazo y las diez reformas hambreadoras propuestas por Calderón. Es momento de que el poderoso músculo de la clase obrera mexicana se deje sentir. Ya desde hace unos años, importantes destacamentos de trabajadores vienen protagonizando importantes luchas contra el gobierno de la “alternancia”: como la rebelión obrera en Sicartsa, las huelgas mineras, la lucha del magisterio contra la ACE, la lucha de los trabajadores democráticos del STUNAM contra la ley del ISSSTE, el movimiento contra el fraude y la importante gesta de la APPO en el estado de Oaxaca.
Los compañeros trabajadores que han protagonizado estas luchas, son clave para confluir con la lucha del SME para echar abajo el decreto presidencial que pretende vender la energía eléctrica a las trasnacionales y la burguesía nacional. La fuerza de la clase obrera puede revertir el golpe del derechista gobierno de Calderón. Pero es fundamental hacerlo desde una perspectiva independiente y con los métodos propio de la clase obrera.. No podemos confiar en que los partidos del Congreso, que una y otra vez han votado en contra de los trabajadores, puedan resolver las demandas de los compañeros electricistas. Menos aún, en la reaccionaria Suprema Corte de Justicia que legitimó la liquidación del régimen de pensiones y jubilaciones del IMSS y la aprobación de la anti-obrera ley del ISSSTE y, que penas hace unos meses dejó en libertad a los autores materiales de la matanza de Acteal. Las instituciones de este régimen ya demostraron que están al servicio de los dueños del capital, que son los primeros interesados en destruir las organizaciones obreras y privatizar los recursos. La importante lucha contra el fraude, demostró por la negativa que no basta con movilizaciones masivas y pronunciamientos. Es crucial comenzar a preparar una lucha más decidida contra la desintegración de Luz y Fuerza y la ocupación militar.
El primer paso es organizarnos en forma democrática. Es urgente llamar a la conformación de Comités en defensa de la industria eléctrica en todos los centros de trabajo, fábricas, escuelas y colonias. Hay que organizar brigadas para ir a las subestaciones y realizar agitación en toda la ciudad, en las fábricas, los mercados, las plazas públicas y las estaciones del transporte público, como el Metro y el Metrobús. Así como impulsar desde los comités de solidaridad, junto con los compañeros electricistas, la realización de bloqueos de calles y otras medidas contundentes de protesta, que expliquen a la población trabajadora la causa del cierre de Luz y Fuerza que, que la campaña mediática de desprestigio oculta. ¡Toda la solidaridad a los trabajadores del SME!
Hoy mas que nunca, es indispensable que las organizaciones de trabajadores se vayan al paro por solidaridad. La asistencia a la marcha del 8 de octubre de destacamentos del STUNAM, de mineros y del sindicato del Metro es un primer paso en la unidad, pero que tiene que tener un correlato en una medida que le tuerza la mano al gobierno y le demuestre que el movimiento obrero es uno sólo. Las organizaciones sindicales son las primeras interesadas en que el golpe al SME no pase, porque si el gobierno triunfa con esta medida, se fortalecerá para seguir golpeando a los sindicatos. ¡Ni una lucha aislada más!
Que la UNT emplace a huelga solidaria con el SME. Que el STUNAM, que se ha pronunciado en apoyo al SME, impulse esta propuesta. Los compañeros de la CNTE deben sumarse a la convocatoria. Para hacer efectivo este llamado y organizar el paro, es imperativo organizar una Asamblea Nacional de las organizaciones obreras y populares, donde discutamos democráticamente un plan de acción unificado. ¡Por un paro nacional en defensa del SME y contra la privatización de la industria eléctrica!
A las organizaciones sociales y sindicales que confían en la dirección de AMLO y que han sido parte del movimiento en defensa del petróleo y de la CND, las conminamos a que le exijan a su dirección que haga ya el llamado a paros y bloqueo de calles y carreteras en todo el país.
¡Abajo el decreto presidencial que liquida la fuente de trabajo de miles de compañeros!
¡Fuera la PFP de las instalaciones de Luz y Fuerza!
¡Por una gran movilización nacional para detener el ataque privatizador de Calderón!
¡Paro en solidaridad ya con el SME! ¡Todos a defender a los compañeros electricistas!
*Liga de Trabajadores Por el Socialismo
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